LA TABERNA DEL GIJON

El restaurante es normal por dentro y el día que nosotros fuimos el ruido de la gente chillando mientras comía, era bastante incómodo. El camarero que nos tomó nota, fue cuánto menos amable. Brusco y chocante a la hora de hablar y atendernos. Desagradable. Él camareros que nos sirvió los platos fue amable y nos explicó que estaban agobiados porque de pronto se había llenado el restaurante, hecho que a nosotros como clientes, no nos compete. No lo debemos notar y sin embargo… La comida muy justita en sabor, siendo la ensalada mixta lo más rico que probamos.