OVILLO

Bonito sitio, cocina ramplona con algunos fallos inexplicables (o intolerables), servicio fallón y con modales mejorables, precio inadecuado. No volveremos.

Nos metieron en lo que llaman terraza, espacio pequeño cerrado, sin iluminación solo una vela y permiten fumar a la gente del salón principal sin preguntar si nos molestaba. La carne dura, incomible. Ni lo recomendaré ni volvete

Seguimos al sumiller @jose_sumiller ( José Muñoz ) y tras su cambio al Rte ovillo decidimos ir a conocerlo , fue una comidas maridada y la experiencia fue sensacional , el servicio muy amable , la comida rica , buena materia prima .. si hay que poner algún pero .. quizás alguna salsa sobró wue enmascaraba la buena materia de base , pero en líneas generales muy recomendable , armonización perfecta de Pepe ( sumiller) y local muy acogedor y bien decorado ! Muy bien guardas distancias COVID

Experiencia Inmejorable Es pura magia

Además de la comida, que no puedo valorar, hay otros aspectos que definen un restaurante. Tras una reserva en la web con cinco días de antelación y en la que no se ofrecía más que reserva en barra (mesa alta, que luego vimos era muy pequeña e incómoda) por estar lleno el comedor, nos presentamos con antelación y tras un buen rato de espera se nos dijo que no había sitio para nuestra reserva, que era la única en barra de la noche, y la única justificación fue con una sonrisa “se ha petado” y sin ofrecer ninguna otra opción. Evidentemente nos fuimos. Si no son capaces de gestionar una reserva, que no la ofrezcan. La gestión del defecto fue pésima. No se que tal la comida pero ya no me interesa el restaurante. Jamás me había pasado

Bonito local y servicio voluntarioso, aunque ineficiente y no profesional. Sólo el sumiller parece saber lo que se pesca, y por la cara de horror que gasta ya debe estar buscando alternativas profesionales. Y hasta aquí lo bueno que puedo decir. Vergonzosa desequilibrio entre calidad y precio, muy desfavorable para el cliente. Cocina ramplona y sin personalidad, vetusta y con una calidad de producto sólo justita. Un restaurante muy mediocre con ínfulas inexplicables. Ni se me ocurre volver ni evidentemente recomendarlo.

Fuimos 3 amigas para comer pero todavia no estaba funcionando el restaurante. Muy amablemente nos ofrecieron probar la carta de barra..croquetas, ensaladilla, butifarra con habitas, fuet, el homenaje al bocadillo de calamares.. La calidad muy buena, la presentación inmejorable. Se agradece el interés del propietario, Javier, que salió a excusarse y conocer que nos habian parecido los platos. Volveremos seguro

Hemos probado casi todos los restaurantes de Muñoz Calero desde que abriera Tartán hace ya muchos años, y la verdad es que sus restaurantes siempre tienen algo, se suele comer bien y tienen personalidad. Ovillo no es la excepción, buena cocina tradicional que sin ser sorprendente sí reconforta y agrada, el local es muy bonito, buena idea elegir una nave industrial en Prosperidad, eso que habrá ahorrado en la compra. Servicio algo despistado, debe ser por la falta de rodaje, pero se nota las ganas de agradar y seguro que mejora. Precios como siempre ocurre con los restaurantes de este cocinero algo subidos, pero nada escandaloso. Merece la pena conocerlo y nosotros volveremos más adelante, cuando hayan hecho el rodaje.