TANTEO

Soy habitual de este lugar poe su buena comida. Los camareros son tan poco amables en general, y a veces despotas y mal educados. Si esta el encargado o dueño, algo mejor, pero en cuanto están solos, la conversación en la barra es el sitio donde rien y hablan en voz alta, con lo que hace falta levantarse para llamarlos, por que no nos ven, ni vienen!!! es increíble siempre regreso por la comida

Son muy amables. La comida suele estar muy rica y bien cocinada. He probado casi toda la carta porque soy cliente habitual. Solemos elegirlo como uno de nuestros favoritos para las celebraciones familiares y con amigos y no suele haber quejas porque si algo no te gusta, te lo cambian sin preguntar. Por cierto, las raciones son más bien grandes y los precios, moderados.

En mi vida he visto mayor tomadura de pelo. Cuando vimos la carta se podía elegir entre ración entera o el tanteo, elegimos ración por lo que nos dijo la camarera después, pero la verdad es que si eso es una ración no sé lo que será el tanteo. Concretamente una de las raciones eran de habitas con jamón y chipirones, en mi vida he visto tanta mezquindad de ración, apenas nos dio para probar unas pocas, por cuatro habitas y dos chipirones te cobran una barbaridad. Lo mismo sucedió con el reto de raciones. Cuando llegó la hora de pagar nos cobraron como si nos hubiéramos comido medio restaurante, una barbaridad. Está claro que comiendo en estos sitios principalmente pagas los impuestos que el ayuntamiento les cobra a ellos, pero en cuanto a comida ridícula, escasa y cara. No nos vuelven a ver por allí, no lo recomiendo para nada, prefiero un bocadillo de calamares, con el cual como perfectamente, a estas tomaduras de pelo de franquicias que se dan ahora.