CARBÓN NEGRO

Fuimos el miércoles 2 de mayo a comer. Nos dijeron que abrieron el sábado anterior. Nos sentaron rápido en una mesa alta, muy cómodo y bonito todo. Tras traernos la bebida y pedir algo de comer empezó el jaleo.... no nos pusieron servilletas ni pan, tuvimos que pedirlo ya empezado a comer. Tardaron siglos en traer la comida, después de varios despistes de platos entre mesas y tirarse 10 m nuestros platos en una bandeja sin que nadie los sirviese... lo dijimos y se llevaron la bandeja sin traernos los platos directamente. No entiendo que se queden dos platos de comida en una mesa de camareros y nadie los sirva. Tardaron mucho en traer la comida, mientras veíamos jaleos de pedidos y un ir y venir de platos de las meas de al lado con quejas. El encargado saturado no paraba de pedir disculpas. Pero todo esto se entiende cuando llevas abierto unos días. El problema es el PRECIO ELEBADO para la cantidad-calidad de los platos. Raciones muy escasas para el precio que tienen. Todo bueno, pero muy escaso. Una pena en general, porque el local crea grandes espectativas.

Buena comida en un local precioso pero demasiado caro. Éramos una familia de 5 miembros y la factura se disparó a casi 300 €. Conozco la zona desde hace muchos años y ese local tan grande a esos precios está abocado al fracaso. ¡Ojalá no sea así! Están a tiempo de rectificar. Háganme caso, de verdad sé de lo que hablo.