Tampoco es que haya que pasarse pero el restaurente está bastante bien, el pulpo delicioso, se hecha de menos algun pescado en la carta, las tortillas de betanzos estupendas y la carne de buey muy rica, quiza con demasiada grasa. Sales bastante bien de precio, unos 30 euros igual un poco más. El servicio rápido y eficiente por eso de que tienen dos turnos por las noches. El viernes si te descuidas terminas cantando karaoque que creo que es una de las pasiones del dueño.