La apertura de este local en la calle Viriato va a ser un gran referente de la cocina nipona en la capital. Pedro Espina su propietario inicio su época en la hostelería con el Tsunami.Con el tiempo ha decidido montar este pequeño restaurante en el barrio de Chamberí. Tiene un menú degustación con ocho o diez platos, pero decidimos directamente seleccionar según lo que nos habían recomendado. El tartare de atún es espectacular, la calidad de los pescados son excelentes¡¡¡. Los niguiris que elegimos de pez mantequilla y de anchoa exquisitos con un arroz en su punto y una presentación fantástica. Los crunchy rolls y los sushis imposible decidirse por cual estaba mejor, asi que como conclusión nada mejor que acercarse para disfrutar de un gran templo de la cocina nipona en la capital y que esta en constante renovación de las tradiciones gastronómicas del país.