MUTA - SMOKING CLUB

Tan sencillo como eso, no nos gustó a ninguno de los 4 que cenamos. El espacio disponible es limitado y puede suceder que compartas mesa (shit happens).En un sitio tan pequeño resulta incómodo. Los camareros son majetes, parece que casi son tus amigos, aunque en el momento de levantarte para que pase el siguiente son implacables. Siendo un restaurante tan incómodo casi se agradece. Todo lo anterior se olvida si comes divinamente. No es el caso. Las alcachofas con piñones, desaboridas y blandengues. Malas. Patata asada en una especie de pastel con queso y lascas de triufa, sosa, ahí se quedó. Buñuelos de maíz con nosequé de hierbas, fiasco total. La ensalada verde con una salsa tipo Newman's own, desconcertante, por no recurrir a palabras gruesas. En cuanto a lo que se entiende como el hecho diferencial, la costilla asada, muy decepcionante, mucho. Me he comido la cola de Franklin Barbecue para comerme un brisket como está mandado, y ni remotamente lo que te atizan en este local de Ponzano tiene algo que ver. Sin sabor, estropajoso, el paso por el horno se lleva cualquier virtud que pudiera tener la carne originalmente, algo muy improbable. Cuando venzo la pereza que me invade al pensar en lo incómodo que resulta, me acerco por Sala de Despiece a disfrutar del ingenio y saber hacer que despechan allí por lo que descubrir este engendro del mismo dueño ha resultado casi tan doloroso como decepcionante. Dudo que vuelva.