Para los que duden de la existencia del efecto mariposa sirva este ejemplo para abrirles los ojo y probar la vigencia del concepto, que viene a resumirse en que las consecuencias de cualquier acontecimiento pueden ser imprevisibles, y como muestra este botón. La reflexión surge a raíz de la emisión del quinto capítulo de Pesadilla en la Cocina, un programa de La Sexta TV conducido por Alberto Chicote (estrella mediática en progresión y antiguo jefe de cocina en el restaurante NoDo) en el que se muestran los horrores que se perpetran en algunos restaurantes a punto de cerrar por inviabilidad económica y, eventualmente, atentado contra la salud pública una vez quedan destapadas sus miserias.
Como decimos, en este último capítulo el docudrama se desarrolla en el Mesón Castro de Lugo del madrileño barrio de Tetuán, una dirección nada recomendable a tenor de lo que ayer se vio, y esto es lo importante, sin relación alguna con este Mesón Castro de Lugo de Pozuelo de Alarcón, con el que sólo comparte el nombre. Lo contamos porque desde ayer hemos detectado un elevadísimo número de accesos a Madrid a la Carta que tienen su origen en los resultados de Google para la búsqueda “meson castro de lugo” y cuyo destino es la ficha del restaurante de Pozuelo que mostramos en nuestro sitio Web. Hasta donde nosotros sabemos (lo dicen desde el restaurante, no lo hemos visitado) en el de Pozuelo hacen las cosas bien, reúne todas las condiciones de higiene y salubridad que el desarrollo de su actividad requiere y ofrece los productos frescos y de calidad en los que se basa la cocina gallega que a casi todo el mundo gusta. Lo que no son es simpáticos, ni observan las más elementales normas de urbanidad, pero lo cortés no quita lo valiente. Confiamos en que con estas líneas se despeje cualquier duda sobre la inexistente relación entre ambos restaurantes madrileños
