Cenamos un miercoles por la noche en una de las dos mesitas que tienen al fondo.
Ambiente tranquilo y buena selección musical.
Tomamos una ensalada de queso de cabra templado que al final tuvimos que mojar pan y todo.
De segundo presa de cerdo ibérico y lomo de lubina al horno. Sencilla presentación con materia prima de primera calidad.
Tienen una buena selección de vinos. Nos decidimos por un manchego La Plazuela 2004. Gran vino.