Hemos estado el Sábado 23 de mayo 2009 al reclamo del nuevo chef Ivan Saez. Sólo éramos cinco personas en el comedor, pero las esperas entre plato y plato han sido interminables y encima los platos llegaban fríos a la mesa; platos sin ninguna gracia, sosos, ortiguillas, colmenillas sin ningún interés; nos sirvieron los postres y el servicio se volatilizó; después de tanta espera apareció un gordito rubiales con muchas prisas a ver si queríamos café. 250 euros tres personas, no hay por donde cojerlo, para no volver; Iván muy mal.
Al igual que tu estuve en dicho restaurante no hace demasiado y creo que tus aseveraciones deberias matizarlas o al menos desgranarlas para todo aquel comensal que aun no ha podido disfrutar de la comida de, a mi parecer, un gran chef.
Seguramente deberias comentar que parte de esos 250 euros se te fueron en cafes y vinos si bien el precio medio por persona es de unos 55 – 60 euros no 70 – 90.
Tambien creo que deberias informar de que en la carte se explica claramente que los postres cocinados de manera tradicinal se realizan al momento (vease la tarta de manzana o la pera caramelizada… no probarias alguno de estos verdad) y que se recomienda pedirlos juntos con el resto de platos para agilizar el servicio
por mi parte estoy encantado del servicio y atencion y sí que recomiendo esta experiencia. De todas maneras otro consejo es que os dejeis llevar por vuestro instinto aventurero y no por las criticas o alabanzas de uno u otros ya que es posibble que asi nos estemos perdiendo mas de una buena comilona…
saludos
Yo también estuve en Senzone…. La comida, muy buena!!! Las Ortiguillas me parecieron espectaculares, y las colmenillas… no os podeis imaginar. También se tendria que tener en cuenta el cordero o el bacalao ( amigos… ESPECTACULARES ). Ivan Saez hace de la comida tradicional una experiencia unica y que dan ganas de repetir esa sensación de tradición y actualidad. Respecto al servicio…. Maravilloso. La elegancia y delicadeza del Maitre, la sutileza y profesionalidad del chico morenito y la simpatia y profesionalidad del nombrado «gordito rubiales» (calificación en mi parecer de muy mal gusto…) En definitiva, Impresionante.