Cubik es un caso raro en Madrid, ofrece una cocina «moderna» y original que está muy bien, honrada es la palabra, a unos precios moderados (por 30 € te pides lo más caro de la carta, incluyendo postre). El sitio es agradable, está en pleno centro y sólo tiene una pega: como no somos tan tontos como dicen por ahí (lo de las propinas de 1 €…) está siempre hasta la bandera, pero bueno, es cuestión de organizarse y ser previsores, aunque en diciembre, imposible (lo digo por experiencia). Pues eso, muy recomendable.