El viernes pasado fui por primera vez a este fantástico Don Lay, y desde luego volveré, cuantas más veces, mejor. Aunque está clasificado como restaurante “chino”, se parece a lo que en España se conoce como tal igual igual que un huevo a una castaña: nada, cero, rian. Empezando por la decoración (nada del otro mundo, pero tampoco nada de dragones o pagodas rojas), continuando con el servicio (amable y muy profesional) y terminando por la cocina, sorprendente, divertida, variada, suculenta, atrevida, riquísima. Tomamos un menú degustación (el caro, 30 €) que fue una auténtica fiesta, una gozada. Los chefs de muchos restaurantes de postín y algunos críticos deberían darse una vuelta por el Paseo de Extremadura (número 30 para más señas) para que se les bajaran los humos y asumieran que la verdadera cocina no lleva adjetivos, si acaso el de buena (cocina). Recomendable, mucho, todo. Uno de los mejores restaurantes de madrid.
