Local singular donde los haya: tras la barra, decorando las estanterías, una ingente cantidad de muñecos y estauillas de distinto pelaje “alegran” (mucha calavera y referencias mortuorias) el ambiente.
En la parte de atras una pequeña sala donde no se permite fumar hacen que los paisanos se agolpen en la parte delatera y disfruten de pie en la barra de unas estupendas margaritas, unas quesadillas bien sabrosonas y unos tacos (se puede elegir entre tortillas de harina o maiz) bastante más auténticos de a los que nos tienen acostumbrados los restaurantes mejicanos al uso (mordidas y panzas, por mencionar los más conocidos de Chueca).
Buenos precios, buena comida y estupenda música. Recomendable 100%
