PUNTO MX

Con motivo de una celebración familiar hemos visitado de nuevo Punto MX, ahora ya con una estrella Michelin. El local es muy agradable, y nos situaron en un pequeño comedor al fondo cómo y tranquilo, en el que no fuimos importunados a pesar de que el sábado a mediodía el restaurante terminó llenándose. Impresionante servicio, muy cordial, en todo momento pendiente de nosotros, simpático y al mismo tiempo profesional. Un 10, impecable. Sólo se sirve un menú que varía por el número de pases, nosotros elegimos el corto, creo recordar que eran 10 y un postre. Pequeños bocados casi todos agradables, alguno bueno y alguno con producto "de lujo" (bogavante) entiendo que para justificar el precio del menú. Ninguno memorable, o al menos fuera de lo habitual. Pagamos 450 € por una comida para cuatro personas (sin vino, tres cócteles) que ya hemos olvidado. En estas condiciones no volveré, y desde luego lo desaconsejaré si me preguntan, por ese precio en Madrid lo normal es comer mucho, pero mucho, mejor.

En general muy bien MX, detalles de autenticidad (la que siempre se dice, las tortillas recién hechas, el guacamole al gusto) y algunos platos muy buenos y servicio simpático. Lo malo es la pésima acústica del local, un tubo en el que en cuanto se ocupan las mesas el barullo se vuelve insufrible, hay que gritar para hacerse oír, y todo el mundo se lía a pegar voces. La cantina del piso superior es más recomendable, pero también se llena

Un lujazo para Madrid Punto MX, deja a los otros mexicanos de acá en posición desairada, las comparaciones son odiosas. Lo recomiendo y volveré