Con la llegada de este otoño tardío apetece sacar la ropa de abrigo y lanzarse sin remordimientos a por esos platos contundentes que guardamos en la memoria. Para que el goce sea completo nada mejor que disfrutarlos en los restaurantes de toda la vida, las casas de comidas madrileñas que mantienen tradiciones y formas que hacen sentirse a gusto en ellas. Aunque este tipo de restaurantes se ve amenazado por los nuevos modelos que van imponiéndose, aún tenemos en el Foro unas cuantas direcciones a las que acudir en busca de nuestra buena cocina tradicional y esa atención cercana y familiar de los camareros de toda la vida.
Se nos ocurre que son muy recomendables los asados de Los Galayos, imprescindible el rabo de toro y los buñuelos de bacalao de Salvador, a tener muy en cuenta los escabeches de Casa Ciriaco y la gallina en pepitoria de Viuda de Vacas . Los callos a la madrileña los bordan en Casa Lucas. Si se va de tapeo el sitio es Casa Alberto. En Or-dago hay que probar si o si sus alubias de Tolosa. La manzana caramelizada y el arroz con leche de Barrera son casi imprescindibles.
De la Riva y Lago de Sanabria bordan algunos platos tradicionales pero hay que ser prudentes (ojo a la cuenta). En el Barrio de Argüelles Los Asturianos es parada obligatoria, pero también hay que ir con tiento.
Puestos a elegir nos quedamos con Salvador por su sencilla autenticidad, y por qué no decirlo, porque te hacen sentir como en casa (aprovechamos para saludar a Juan, siempre amable y alegre, como aparece en la foto), y con Los Galayos por esa exquisita profesionalidad mantenida durante tantos años.