A Las Cerchas se llega por una calle minúscula a la que se accede por uno de los laterales del puente de Joaquín Costa justo cuando pasa por López de Hoyos, con mucho cuidado y atención porque si te despistas, te pasas. Es un local con encanto y terraza amplia, seguramente de las más escondidas y agradables de Madrid, tranquila y muy confortable.
Como eramos bastantes nos dimos al picoteo.
Empezamos con unas croquetas de jamón (muy, muy ricas) y de boletus (ricas), torreznos (deliciosos, bajos en colesterol, algo caros), carne mechada (sabrosa) y unos corazones de alcachofa frescas (normales). La ensalada con parmesano estaba buenisima.
Seguimos con unos chipirones a la plancha que estaban ricos y una merluza de pincho rebozada espectacular.
Probamos el steak tartar (correcto) y dos tipos de carne, una de vaca gallega 100% pasto, muy sabrosa y una de lomo alto que también estaba muy rica aunque la primera estaba bastante mejor.
De postres nos dimos a la tarta de chocolate y la de queso, ambas para chuparse los dedos.
Servicio profesional y atento.
Salimos a 45 € por barba (grupo grande….) y eso que nos ivitaron muy amablemente a las copas, nos hartamos a comer y beber y lamentablemente no pudimos al final con toda la carne.
Si se va en pareja o en un grupo reducido se puede cenar estupendamente en una terraza muy agradable por algo más de 30 €.